La libertad, un valor primordial
domingo, 5 de diciembre de 2010
El hombre es realmente libre?
Hoy todo el mundo habla de libertad sin embargo, muchas veces se usa mal esta palabra confundiéndola con la capacidad de hacer sólo lo que a uno le gusta o apetece. El hombre es libre, pero esta libertad va ligada a otros valores como deber, responsabilidad, etc.
El hombre es capaz de elegir, actúa movido por deliberaciones, valora los diversas opciones, escoge esta carrera o aquella; juzga, valora dando razones y se decide a actuar. Esto explica la íntima relación que hay entre libertad y la inteligencia.
Si no tuviéramos libertad, nuestras acciones no tendrían mérito, serían siempre indiferentes. Esta libertad hace al hombre responsable de sus actos ya que si puede elegir su comportamiento de acuerdo a unas razones internas, puede y debe dar cuenta de estas razones.
Libertad con responsabilidad
El ser humano siempre se ha cuestionado por su papel en el mundo, por él mismo. Y al hacer esto, se da cuenta de que es un ser en el mundo con una característica particular: es capaz de tomar decisiones.
La libertad es un concepto que hace referencia a muchos aspectos de la vida humana. Comúnmente se le define como aquella facultad natural que posee el ser humano de poder obrar según su propia voluntad. También es posible comprender la libertad como aquel estado en el que el hombre no está siendo esclavizado ni preso por otro. Incluso los gobiernos y la ley de todos los países del mundo, o por lo menos de la mayoría, presenta la libertad en los derechos fundamentales de los individuos como las libertades de expresión, culto religioso, asociación, tránsito, pensamiento, entre otras.
El concepto de libertad es algo que a lo largo de la existencia humana nos ha hecho reflexionar en múltiples sentidos. A veces, el hacer siempre aquello que deseamos nos lleva por el camino equivocado, lo que a fin de cuentas, puede terminar por esclavizarnos a algo. Por lo tanto, la libertad de obrar según la propia voluntad puede terminar por hacernos perder la tan deseada libertad.
La Libertad no es simplemente hacer lo que queramos hacer, y divertirnos; aunque algunos lo piensen así. La libertad no puede ser absoluta o ilimitada. A todas las personas nos rigen normas, leyes y responsabilidades; estas no existen para darnos dolores de cabeza, ni estorbarnos; existen para demarcar el sentido y alcances de las libertades mismas, para que su ejercicio por parte de unos no quite el derecho de otros; existen, pues, para que podamos convivir los unos con los otros en orden y armonía.
Este es uno de los problemas y contradicciones con los que se enfrenta la libertad, la necesidad de normar la vida humana en el mundo. Como lo dije anteriormente, todas las naciones y sociedades formadas sobre el planeta poseen leyes y normas que rigen el comportamiento humano; podría pensarse por esto que no poseemos libertad alguna. Pero cabe preguntarse por la forma que adquiriría la vida en sociedad si no existiesen dichas normas y pautas de conducta.
De esta reflexión nace un nuevo interrogante, ¿Es el hombre realmente libre? A lo largo de la historia surgieron filósofos y pensadores que buscaron responder dicha pregunta, entre ellos se encuentra Emmanuel Kant. Para él solo se es libre cuando al tomar una decisión, esta es válida, racional y responsable. Las personas no son libres cuando hacen lo que les place sino cuando sus acciones y determinaciones son asumidas con responsabilidad, de lo contrario, pasarían a ser esclavos.
La libertad es un estado que el ser humano siempre ha buscado e intentará alcanzar, pero ¿hasta qué punto es posible llegar a obtenerla? Se es autónomo cuando se toman la decisiones correctas, pero, en una sociedad como la nuestra en la que cada quien se interesa solo por su bien propio y no por el común, en la que se pasa por encima de otros, ¿se podría hablar de personas libres?
La libertad es un estado que el ser humano siempre ha buscado e intentará alcanzar, pero ¿hasta qué punto es posible llegar a obtenerla? Se es autónomo cuando se toman la decisiones correctas, pero, en una sociedad como la nuestra en la que cada quien se interesa solo por su bien propio y no por el común, en la que se pasa por encima de otros, ¿se podría hablar de personas libres?
La libertad no puede ser considerada desde un punto de vista personal, ya que molestaríamos a los otros tratando egoístamente de perseguir nuestros deseos, además, la determinación correcta para unos puede no ser vista del mismo modo por otro.
Valoremos nuestra libertad y usémosla bien, no sólo para el beneficio propio sino para hacer el camino más fácil para los otros en sus vidas.
Qué es la libertad?
La libertad es un valor primordial, una capacidad que Dios le ha dado al hombre para decidir sobre su comportamiento y actuarlo, es la capacidad de autodirigirse según lo que le dicta su razón buscando su fin último que es la felicidad.
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